Modo Oscuro

Los Hashish Asesinos y el Legendario Viejo de la MontaƱa

may 28, 2013

Por Fritz Springmeier

"El Ôrea que hoy se conoce como Turquía ha jugado un gran rol en las religiones de misterio. El uso de drogas para crear "experiencias religiosas" fue desarrollado hasta degenerar en un fino arte por los grupos de las religiones del misterio en el Ôrea de Turquia. Los Hashish, de donde deriva la palabra "Asesinos", controló partes del Libano y Turquia en tiempos medievales. Ellos usaron drogas para ganar la lealtad de sus reclutas".
- Linajes de los Illuminati. Fritz Springmeier. 1998.


Esto es lo que estÔ publicado en el libro de Fritz Springmeier sobre las religiones del misterio de la antiguedad en el Ôrea de Turquia y medio oriente (correspondiente al linaje Onassis). En este blog profundizaremos sobre ese determinado grupo y los métodos de los que se valian para someter la voluntad de sus reclutas en las edades antiguas, esto debido a que el siguiente libro que se publicarÔ en el blog es el de "Como los Illuminati Lograron Crear un Indetectable Control Mental Sobre los Esclavos" de Fritz Springmeier y Cisco Wheeler, (del cual se tienen ya 5 capitulos), esto con el objetivo de hacer un anÔlisis histórico sobre los métodos de control mental que dichos grupos ocultistas practicaban ya y han venido perfeccionando a alturas insospechadas. El presente articulo busca expandir la mente del lector sobre a que nivel esos grupos controlaban a las personas y la metodologia de la que se valian, y sobre que niveles de perfeccionamiento de control mental alcanzarian los mismos grupos hoy en dia que han escondido dichas técnicas y conocimentos para el control de las masas, mas sus resultados son plausibles y van en consonancia con el embrutecimiento al que estamos constantemente sometidos dentro del marco de la sociedad actual en el panorama mundial por parte de un sinnúmero de agentes.

Los Asesinos Y El Legendario Viejo De La MontaƱa

"Aquellos aspirantes que eran conducidos al paraiso del profeta Mahoma, eran capaces de ejercer ciegamente las órdenes de Hassan Ibn Sabbah, el Viejo de la Montaña"

Una de las primeras sociedades secretas que logró ser conocida en casi todos sus aspectos, fue la de los asesinos, fundada por un individuo conocido como El Viejo de la Montaña y cuyo nombre fue HassÔn Ibn Sabbah.

La secta de los Asesinos tuvo sus raices en la secta ismaelista de el Cairo conocida como "La Casa de la Sabiduria". Esta sociedad reclutaba a sus miembros con la promesa de otorgarles poderes sobrenaturales y una sabiduria eterna, lo cual ha sido costumbre en diversas sectas.

Se sabe que para que los candidatos fueran aceptados en la sociedad, éstos debian pasar por nueve grados iniciÔticos, el primero de ellos consistia en sembrar la duda en las ideas convencionales aceptadas sobre politica y religión (muchos grupos Gnósticos y Ateos movidos en la cúspide por los Illuminati, promueven hoy en dia la tÔctica de confundir las escrituras y los sucesos biblicos como ficticios o como historia derivada de otras religiones, tales como el filme de Zeitelgeist, promovido por masones de alto rango, N.del T.) De esa forma conseguían la confianza de los alumnos en sus maestros y considerarian su interpretación de los hechos como la única justa y razonable.


En los siguientes grados se revelaba que los imanes (ayatolas) o sucesores de Mahoma, poseían las únicas fuentes confiables del conocimiento secreto y del poder. También se descubrían los nombres esotéricos de los Siete imanes, de los Siete legisladores y el de varios personajes místicos. En el quinto grado se daba a conocer el nombre, funciones y poderes de los doce apóstoles y de los siete profetas, logrando dominar la facultad de influir en los demÔs para integrar el Todo que engloba al poder creador y al poder destructor. En ese momento, el miembro de la secta podía utilizar su nueva fuerza para vencer a quienes ignoraban el inmenso potencial contenido en su mente, y esa fuerza era concedida por el poder misterioso sustentado por el Señor de los Tiempos.

El aspirante a iniciado que deseaba recibir el octavo grado debía aceptar que todas las religiones que no fueran la suya, todas las disciplinas filosóficas, no eran mas que un fraude. Lo único importante era el individuo, que sólo podría realizarse plenamente convirtiéndose al imÔn, suprema potencia temporal. Y finalmente, en el último grado, les era revelado el secreto de toda ciencia: la acción cuyos motivos conocía y dominaba el jefe supremo de la sociedad secreta.

A la sociedad de la Casa de la Sabiduría llegó un joven llamado Hassan Ibn Sabbah para revolucionar el sistema e iniciar una portentosa carrera que lo condujo a un impresionante liderazgo.

HassƔn redujo a siete los nueve grados iniciƔticos. Eran tambiƩn siete las reglas que desarrollaban un plan para difundir la fe, y muchas cosas mƔs.

La primera regla ordenaba los misioneros o dais (quienes eran los encargados de reclutar a los jóvenes aspirantes) tener sobrados conocimientos de psicología para no equivocarse en la selección de los candidatos. La segunda regla apoyaba el uso del halago y de cualquier medio tendiente a ganar la confianza de los futuros miembros.

De acuerdo con la tercera regla, convenía sembrar la duda en las mentes invocando el conocimiento de los superiores. La cuarta regla ordenaba al discípulo jurar que no traicionaría jamÔs cuanto le fuera revelado. Al llegar al quinto grado, se les aseguraba que el Ismaelismo era una poderosa organización secreta apoyada por algunas de las figuras mÔs destacadas de la época, y el candidato era entonces examinado para ver si había asimilado las opiniones de su maestro. Al llegar al séptimo y último grado, debia explicar de forma alegórica pasajes difíciles del CorÔn.

Estas reglas o grados de la sociedad permanecieron en secreto para los profanos, y si llegaron a ser conocidas se debe a la llegada de los mongoles. Cuando los mongoles se apoderaron por las armas de la fortaleza de Alamut, su jefe Halaku pidió a su primer ministro que examinara la fortaleza del castillo. El ministro cuyo nombre era Djuveini era un tipo bastante culto, y fue el quien escribió un libro en el que describió la organización de los asesinos, y en dicho libro mencionaba que el nombre de la secta derivaba de la palabra Ôrabe Haschich, que significa "consumidor de Hachís", ya que las personas que visitaban el "paraíso secreto", e incluso los guerreros consumían hachís para armarse de valor.

El Viejo De La MontaƱa

Aparte de el Cairo, sólo en la ciudad de Bagdad la sociedad secreta ismaelita habia tenido éxito, sin embargo, en 1123 fue disuelta por el visir Afdal. Antes de que esto pasara, HassÔn Ibn Sabbah habia logrado perfeccionar la sociedad secreta agonizante y fundó una organización, la de los asesinos, que sobrevivió varios siglos.

HassÔn fue enviado por su padre a una escuela ortodoxa en Persia y mÔs tarde viajó a Egipto en donde conoció la secta de los Ismaelitas de la Casa de la Sabiduria, de la cual con el paso del tiempo llegó a convertirse en su mÔxima autoridad, transformÔndola por completo para darle un sentido mas dinÔmico aunque también mas cruel.

HassƔn consideraba insuficientes las promesas hechas por Mahoma a sus partidarios de concederles la dicha eterna en el paraiso. Sus hombres alcanzarian ese paraiso antes de morir.


Escogió para crear su paraiso un valle secreto ubicado en unas montañas al noroeste de IrÔn, cerca del Mar Caspio, el lugar seria descrito por Marco Polo a su regreso de Europa de uno de sus viajes a China.

Marco Polo describió un jardin maravilloso, conocido solo por aquellos que pertenecian al culto. Protegido por un castillo, el jardin era una réplica de la visión del paraiso del profeta Mahoma. "En el pueden encontrarse todas las frutas y los palacios mas hermosos del mundo", escribió Marco Polo. Habia tres canales: del uno brotaba agua, del otro miel y del otro vino; En ese lugar estaban las mujeres mÔs hermosas del mundo, y cantaban, bailaban y tocaban instrumentos mejor que nadie".

El objetivo que perseguia HassƔn, al crear aquel fasciante universo, era ofrecer todos los placeres sensuales prometidos por Mahoma a sus fieles. HassƔn que mas tarde seria conocido como el Viejo de la MontaƱa queria hacerles creer a sus seguidores que Ʃl estaba a la altura del profeta, y que era capaz de ofrecer en vida a sus seguidores los placeres del paraiso.

A corta distancia de aquel paraiso, HassÔn construyó una fortaleza en la cúspide de una montaña, escarpada e inacessible a la que le dió el nombre de Alamut y desde la cual giraba sus órdenes y extendía su dominio por toda la región.

Sólo los jóvenes aspirantes a asesinos eran admitidos en este edén y cuando HassÔn los consideraba preparados para la iniciación, se les administraba hachís hasta que quedaban sumidos en un profundo sueño. Luego, se les conducía al jardin donde despertaban rodeados de esplendores indescriptibles, pasaban momentos sumamente gratos hasta el momento en que, nuevamente, sin que ellos se dieran cuenta, eran drogados nuevamente para regresarlos a la realidad. Nadie que hubiera experimentado este paraiso, donde toda falta era perdonada, deseaba abandonarlo jamÔs, por lo que a los jóvenes se les aseguraba en cuanto recobraban el conocimiento que si morían por la causa de HassÔn se hallarian de inmediato de regreso en aquel mundo maravilloso, y esta vez seria por toda la eternidad. El viejo aclaraba que sólo aquellos que murieran defendiendo su causa podrían alcanzar el paraiso, y tampoco era posible llegar por medio del suicidio (con esto evitaba tener bajas en sus seguidores).

HassÔn utilizaba todas las formas posibles para convencer a sus seguidores, incluso recurría a preparar actos perfectamente ensayados, como el de mandar abrir un agujero en el suelo de su sala de audiencias en donde se introducía a un hombre de su confianza de tal manera que sólo sobresalieran su cabeza y cuello. En torno al cuello se colocaba un plato con un hoyo en el centro y se bañaba con sangre, para dar la impresión de estar recién decapitado. Se invitaba a varios reclutas a contemplar la cabeza y ésta repentinamente abría los ojos y boca describiendo las maravillas del paraiso de las que habia sido testigo. El viejo les explicaba entonces que la cabeza había regresado por un breve lapso a la vida para que pudiera contar sus agradables experiencias ante los amigos que lo habian conocido.

Luego, la cabeza era cortada de verdad y expuesta, por espacio de varios dias en un lugar pĆŗblico. Todos podĆ­an verla, separada ahora del tronco, y los espectadores se maravillaban ante lo sucedido.

No obstante, en compensación, los asesinos debían realizar misiones, o de lo contrario eran expulsados de la sociedad. Dichas misiones consistían en matar, y los asesinos las ejecutaban con ciega obediencia.

La influencia del culto de los guerreros asesinos fue evidente en otra sociedad, la orden militar cristiana de los Caballeros Templarios. Pocas instituciones medievales eran tan respetadas, si bien era un respeto teñido de miedo y de envidia, como ésta, que se dedicaba a la protección de los peregrinos cristianos en tierra santa.

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