Un nueva meta tecnológica es tendencia en esta generación, la colonización de
Marte, que promete prolongar la existencia de la humanidad más allá de nuestro
desgastado planeta. Con un costo estimado de 500 billones de dólares, el
proyecto refleja como los hombres de todas las generaciones miran a los astros
en un intento desesperado de comprender su futuro y asà evitar la muerte,
siendo la tecnologÃa un nuevo factor en juego. ¿PodrÃa un éxodo espacial ser
parte del plan de Dios?
No es un secreto que muchos astronautas fueron y son masones, basta con
recordar la famosa misión
Apolo 11. Incluso se registra que el ocultismo en el programa espacial comenzó con
Jack Parsons,
ingeniero aeroespacial, anti-cristiano y seguidor del mago oscuro Aleister
Crowley, quien en los años 40 fue un cientÃfico clave en el desarrollo del
cohete a chorro de la NASA. Algunos autores han indicado que Parson invocaba
al dios pagano Pan, antes de cada lanzamiento.
En 2020, el multimillonario Elon Musk privatizó con éxito los viajes espaciales, y busca facilitar la colonización de Marte con su empresa Space "X" y sus naves "dragón" o "starship", nombres que podrÃan despertar las alarmas entre los conocedores de sÃmbolos. Otras compañÃas de Musk promueven el transhumanismo y crean puentes entre el gnosticismo y la ciencia. Space X estima confiadamente que llegará a Marte en el 2026.
Además cada año la idea de los viajes interplanetarios convergen con los objetivos humanistas de independizarse de Dios, desdeñar las palabras de Cristo y utilizar la ciencia y la tecnologÃa como medio para esto. Es interesante que algunos eruditos bÃblicos expliquen la gran altura de la Torre de Babel en el Génesis, como una estrategia de los hombres antiguos para protegerse de un segundo diluvio global, que nuevamente pudo haber barrido la superficie de la tierra. ¿No es un escape a Marte otro vago intento de evitar el juicio final?
En 2020, el multimillonario Elon Musk privatizó con éxito los viajes espaciales, y busca facilitar la colonización de Marte con su empresa Space "X" y sus naves "dragón" o "starship", nombres que podrÃan despertar las alarmas entre los conocedores de sÃmbolos. Otras compañÃas de Musk promueven el transhumanismo y crean puentes entre el gnosticismo y la ciencia. Space X estima confiadamente que llegará a Marte en el 2026.
Además cada año la idea de los viajes interplanetarios convergen con los objetivos humanistas de independizarse de Dios, desdeñar las palabras de Cristo y utilizar la ciencia y la tecnologÃa como medio para esto. Es interesante que algunos eruditos bÃblicos expliquen la gran altura de la Torre de Babel en el Génesis, como una estrategia de los hombres antiguos para protegerse de un segundo diluvio global, que nuevamente pudo haber barrido la superficie de la tierra. ¿No es un escape a Marte otro vago intento de evitar el juicio final?
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