Por Leonardo M. // Ritual y Propaganda
№ 22
Estimado lector,
Los residentes de Hiroshima, Japón, apenas comenzaban su rutina matutina cuando la primera bomba atómica del mundo arrasó la ciudad en expansión. La explosión inmediata mató a 70.000 personas al instante. Para diciembre, las bajas se habÃan duplicado debido a la radiación.

En las décadas transcurridas desde que Hiroshima y Nagasaki fueron arrasadas, se han desarrollado suficientes armas nucleares para aniquilar el planeta muchas veces. Si las 15.000 cabezas nucleares del mundo detonaran simultáneamente, cientos de millones morirÃan en la primera hora. Esto serÃa seguido por un invierno nuclear, envolviendo la tierra en la oscuridad durante quizás cientos de años, poniendo en peligro toda la existencia humana.
La capacidad nuclear del mundo podrÃa tener una gran relevancia para la forma en que nuestra era actual llegará a su fin. Considere, por ejemplo, este pasaje en ZacarÃas 14, prestando especial atención a los efectos de la plaga:
" Y toda la tierra será tornada como llanura desde Gabaa hasta Remmón al mediodÃa de Jerusalem; y será enaltecida, y habitarse ha en su lugar desde la puerta de BenjamÃn hasta el lugar de la puerta primera, hasta la puerta de los rincones: y desde la torre de Jananeel hasta los lagares del rey. Y morarán en ella, y nunca más habrá destrucción; y Jerusalem estará confiada. Y esta será la plaga con que Jehová herirá todos los pueblos que pelearon contra Jerusalem: La carne de ellos se derretirá, y estando ellos sobre sus piés se derretirán sus ojos en sus agujeros, y su lengua se les derretirá en su boca. Y acontecerá en aquel dÃa que habrá en ellos gran quebrantamiento de parte de Jehová; porque trabará hombre de la mano de su compañero, y será cortada su mano sobre la mano de su compañero. Y Judá también peleará contra Jerusalem; y serán reunidas las riquezas de todas las gentes de al derredor, oro, y plata, y ropas de vestir en grande abundancia. Y tal como esta será la plaga de los caballos, de los mulos, de los camellos, y de los asnos, y de todas las bestias que estuvieron en los ejércitos."En el capÃtulo 14, la frase “en aquel dÃa” se usa siete veces, un número que, a lo largo de las Escrituras, representa el número de cumplimiento de Dios. Cada uno se refiere al “dÃa del Señor” mencionado antes en el versÃculo 1. En su totalidad, este pasaje detalla la venida de Jesús para rescatar a los santos que han soportado la Gran Tribulación, para juzgar a sus enemigos y para establecer su reino milenario en la tierra (ZacarÃas 14:7-11).
—ZacarÃas 14:10-15
Estos soldados cometen atrocidades: violan a las mujeres y esclavizan a otros (ZacarÃas 14:2). Pero justo en el momento en que se pierde toda esperanza, Jesús es “revelado desde el cielo con los ángeles de su poder, en una llama de fuego, para dar cumplimiento a los que no conocen a Dios ni obedecen al evangelio de nuestro Señor Jesucristo” (2 Tesalonicenses 1:7-8, ZacarÃas 14:4).
El Libro de Revelación describe a estos enemigos pereciendo “por la espada que salió de la boca de Aquel que estaba sentado sobre el caballo blanco” (Revelación 19:21). Esto parece una imagen extraña, pero la espada en la boca de Jesús en la Segunda Venida representa el juicio por la Palabra de Dios que testifica contra ellos. Sin embargo, ZacarÃas nos ofrece una imagen diferente. Es aún más gráfico:
"Y esta será la plaga con que Jehová herirá todos los pueblos que pelearon contra Jerusalem: La carne de ellos se derretirá, y estando ellos sobre sus piés se derretirán sus ojos en sus agujeros, y su lengua se les derretirá en su boca."Si bien es posible que ZacarÃas esté describiendo alguna forma de juicio nuclear, después de todo, “Judá también peleará en Jerusalén” cuando el Señor regrese (ZacarÃas 14:14), el regreso de Jesucristo también podrÃa ocasionar esta "plaga" sin ningún armamento humano, es decir, el simple poder de su boca. Pero analicemos la teorÃa del armamaneto nuclear.
—ZacarÃas 14:12
La imagen de la disolución de la carne, los ojos y la lengua parece predecir los efectos de la radiación de la bomba de neutrones. Las bombas de neutrones son ojivas nucleares diseñadas "para maximizar la radiación letal de neutrones en las inmediaciones de la explosión y minimizar el poder fÃsico de la explosión en sÃ".
En otras palabras, las bombas de neutrones están diseñadas para destruir la vida, no los edificios. Esto es exactamente lo que vemos en ZacarÃas 14. Después de que el pueblo de Dios huye de la ciudad (ZacarÃas 14:4-5), una plaga destruye toda vida humana con la máxima potencia de fuego (ZacarÃas 14:12).
Y no es solo la vida humana la que se destruye. Humanos y animales (caballos, mulos, camellos) son destruidos por la explosión, pero de alguna manera la ciudad fÃsica de Jerusalén prospera inmediatamente después, como nunca antes (ZacarÃas 14:16-21).
Es interesante que nadie quiere destruir la ciudad fÃsica de Jerusalén porque el Monte del Templo es sagrado tanto para musulmanes como para judÃos. Una bomba de neutrones que destruya todos los seres vivos, dejando la ciudad intacta, se alinearÃa perfectamente con la profecÃa de ZacarÃas.
El amanecer de la era atómica bien podrÃa significar el final de nuestra era actual. Pero esa no es razón para temer. Porque el fin de esta era significa el amanecer de una nueva, una era dorada para el pueblo de Dios durante el Reinado Milenario de Jesucristo:
"Acontecerá también en aquel dÃa, que saldrán de Jerusalem aguas vivas: la mitad de ellas hacia la mar oriental, y la otra mitad hacia la mar occidental, en verano y en invierno.Y Jehová será Rey sobre toda la tierra. En aquel dÃa Jehová será uno, y su nombre uno."Es fascinante ver cómo los eventos predichos hace miles de años se están convirtiendo en distintas posibilidades en nuestra generación. Gracias por leer el newsletter de esta semana. No olvide compartir el material con sus familiares y cercanos.
—ZacarÃas 14:8-9
Leonardo M.
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