Por Leonardo M. // Ritual y Propaganda
№ 49Estimado lector,
En lo personal, no me resulta fĆ”cil presenciar escenas de desigualdad y pobreza, algo comĆŗn en AmĆ©rica Latina. Las diferencias socioeconĆ³micas en muchos paĆses muestran el resultado de un mundo injusto. El consuelo que tengo ante esta desigualdad es el pronto regreso de Jesucristo.
A lo largo del Antiguo y Nuevo Testamento hay numerosas referencias al reino futuro de Cristo, el tiempo largamente esperado cuando el SeƱor JesĆŗs mismo reinarĆ” sobre la Tierra para traer justicia.
Se usan muchos nombres para describir este perĆodo, incluyendo la era del reino, la era de la paz, el reinado de Cristo o el Milenio. No debe confundirse con el reino eterno de los cielos, este Milenio serĆ” un tiempo de paz en la Tierra, algo que la humanidad nunca ha experimentado.
Todo intento del ser humano por sostener algo parecido ha fracasado. Hay dos razones. La primera es que el hombre tiene un corazĆ³n pecaminoso y degenerado, lo que hace imposible que pueda producir un mundo de paz.
En segundo lugar, mientras SatanĆ”s este libre, siempre habrĆ” guerra. No solo es un engaƱador, sino un enemigo que continĆŗa enfrentando a las naciones entre sĆ. El fracaso de las Naciones Unidas es una evidencia de esto.
Cuando JesĆŗs enseĆ±Ć³ a sus seguidores a orar en Mateo diciendo: "Venga a nosotros tu reino", se referĆa especĆficamente al reino milenario. Todo cristiano nacido de nuevo espera la manifestaciĆ³n de tal tiempo.
Sin duda serĆ” el reino mĆ”s asombroso de la historia humana, Jesucristo tendrĆ” literalmente a las naciones por herencia (Salmo 2:8), cuando "el lobo morarĆ” con el cordero" (IsaĆas 11:6), y "la tierra serĆ” llena del conocimiento del SeƱor" (IsaĆas 11:9).
Debemos saber tambiĆ©n que este tiempo en la tierra durarĆ” mil aƱos, y esto se explica en Apocalipsis 20. AllĆ encontramos la frase "mil aƱos" mencionada seis veces en los primeros siete versĆculos.
"Bienaventurado y santo el que tiene parte en la primera resurrecciĆ³n. La segunda muerte no tiene poder sobre los tales, sino que serĆ”n sacerdotes de Dios y de Cristo, y reinarĆ”n con Ć©l mil aƱos."Hacia fines del siglo III d.C., la alegorĆa de las Escrituras comenzĆ³ a infiltrar la teolĆ³gica cristiana. La filosofĆa alterĆ³ negativamente el estudio de las Escrituras y la creencia del reino milenial, junto con otras enseƱanzas importantes.
–Apocalipsis 20:6
Solo hasta despuĆ©s de la reforma es que hubo un renacimiento del milenio bĆblico, es decir, la posiciĆ³n premilenialista. Hoy, a pesar de los continuos ataques, el premilenialismo sigue siendo la perspectiva mĆ”s dominante de los tres puntos de vista milenarios.
El amilenialismo por ejemplo, sostiene que no habrĆ” un reino literal en la Tierra despuĆ©s de la Segunda Venida de Cristo. Tiende a espiritualizar todas las profecĆas relacionadas con el Milenio, y las profecĆas aĆŗn por cumplir relacionadas con Israel las atribuyen a la iglesia en su lugar.
Los amileniaristas tambiĆ©n creen que SatanĆ”s fue atado durante la primera apariciĆ³n de Cristo en la tierra hace 2000 aƱos, un argumento que difĆcilmente puede sostenerse con la observaciĆ³n de Pedro de que "el diablo anda como leĆ³n rugiente" (1 Pedro 5:8).
El posmilenialismo es tambiƩn peligroso. Es la creencia de que el mundo seguirƔ mejorando cada vez mƔs hasta que todo el mundo sea cristianizado, momento en el cual Cristo regresarƔ a un reino que ya florece en paz.
Aunque este punto de vista era popular hace cientos de aƱos, casi se ha extinguido como resultado de dos guerras mundiales y la abrumadora decadencia moral que ha ido en aumento.
Si uno toma la profecĆa bĆblica literalmente, se hace evidente que el mundo seguirĆ” empeorando, no mejorando, antes del Milenio.
Este reino solo iniciarƔ cuando el SeƱor regrese a la tierra en su Segunda Venida y establezca su reino de justicia y paz en la tierra (Apocalipsis 5:10).
Muchos de los defensores de un gobierno mundial hoy en dĆa creen que la Ćŗnica esperanza para la paz en nuestro tiempo es tener un lĆder mundial. Pero ningĆŗn simple ser humano es competente para ocupar este puesto.
El Anticristo tendrĆ” el papel de gobernante mundial durante el perĆodo de la TribulaciĆ³n, por lo que inevitablemente todo empezarĆ” a colapsar para la humanidad.
La Tierra requiere un lĆder santo y justo que tenga la capacidad de liderar el planeta. Solo Jesucristo tiene las aptitudes para ese rol, y hasta que Ćl venga, el mundo nunca conocerĆ” la paz.
Una de las caracterĆsticas del tiempo actual es que muy pocas personas
realmente conocen al Dios de la Biblia. Pero durante el Milenio, ya no serĆ”
necesario predicar el Evangelio porque los moradores de la tierra sabrƔn de su
existencia:
"Y no enseƱarĆ” mĆ”s ninguno a su prĆ³jimo, ni ninguno a su hermano, diciendo: Conoce a JehovĆ”; porque todos me conocerĆ”n, desde el mĆ”s pequeƱo de ellos hasta el mĆ”s grande, dice JehovĆ”; porque perdonarĆ© la maldad de ellos, y no me acordarĆ© mĆ”s de su pecado."El Milenio serĆ” un tiempo de paz sin precedentes, cuando aquellos que han aceptado a Jesucristo como su SeƱor y Salvador podrĆ”n gobernar y reinar junto con el Rey.
–JeremĆas 31:34
"Porque en ese dĆa, convertirĆ”n sus espadas en rejas de arado, y sus lanzas en hoces; no alzarĆ” espada naciĆ³n contra naciĆ³n, ni se ensayarĆ”n mĆ”s para la guerra."Tal paz mundial estĆ” mĆ”s allĆ” de la capacidad humana. No hay forma de que la humanidad depravada pueda crear tales condiciones en la tierra. Pero, gracias a Dios, esa serĆ” la realidad cuando JesĆŗs vuelva.
–IsaĆas 2:4
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Leonardo M.
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