Por Leonardo M. // Ritual y Propaganda
№ 52
Estimado lector,
Para comprender Ăntegramente la repercusiĂłn de la muerte de Cristo en la cruz, debemos entender nuestro estado vigente y quienes somos como creaciĂłn de Dios. Pablo enseña que estamos compuestos de tres partes: cuerpo, alma y espĂritu.
Para comprender Ăntegramente la repercusiĂłn de la muerte de Cristo en la cruz, debemos entender nuestro estado vigente y quienes somos como creaciĂłn de Dios. Pablo enseña que estamos compuestos de tres partes: cuerpo, alma y espĂritu.
"Que el mismo Dios de paz los santifique por completo; y que guarde irreprensible todo su ser, espĂritu, alma y cuerpo, para la venida de nuestro Señor Jesucristo."Esta composiciĂłn tambiĂ©n se evidencia al momento de la creaciĂłn y la infusiĂłn de vida por parte de Dios (GĂ©nesis 2:7). No olvidando que cada parte tiene un propĂłsito importante, el espĂritu da al hombre la conciencia de Dios, el alma contiene nuestra propia consciencia, y el cuerpo nos da la conciencia del mundo que nos rodea.
–1 Tesalonicenses 5:23
El espĂritu viene por el aliento de vida, haciendo un sĂmil con el comportamiento del viento (Juan 3:8). Pero el nuestro no es el Ăşnico espĂritu. La Biblia registra cinco tipos de espĂritus, el de Dios (Juan 4:24), el del hombre, el de los animales (EclesiastĂ©s 3:21), el de los demonios (Mateo 12:43) y el de los ángeles (Hebreos 1:7).
A causa de la caĂda de la primera pareja en el EdĂ©n, todos llegamos al mundo con el espĂritu muerto, debido al pecado que heredamos de Adán, el cuerpo nace corrompido, pero peor aĂşn, el espĂritu nace muerto (Efesios 2:1). Luego de fallecer, el espĂritu del hombre regresa a Dios, por lo que debemos hacer una clara distinciĂłn entre el espĂritu y el alma.El alma es la personalidad del hombre (Salmos 42:2; JeremĂas 31:25), su mente, o lo que secularmente se denomina "psicologĂa". Pero llega a ser muy interesante de que el alma posee funciones similares a la del cuerpo fĂsico, evidenciándose en la historia post muerte de Lázaro y el hombre rico (Lucas 16:19-31).
Las almas de Lázaro como del hombre rico tienen ojos y una clara percepción de su entorno. Tienen boca para comunicarse y el rico una lengua que le produce sed, asà como la capacidad de sufrir consuelo o tormento. Esta historia evidencia que el alma tiene una replica exacta de las funciones corporales en su totalidad.
"AconteciĂł que muriĂł el mendigo, y fue llevado por los ángeles al seno de Abraham; y muriĂł tambiĂ©n el rico, y fue sepultado. Y en el Hades alzĂł sus ojos, estando en tormentos, y vio de lejos a Abraham, y a Lázaro en su seno. Entonces Ă©l, dando voces, dijo: Padre Abraham, ten misericordia de mĂ, y envĂa a Lázaro para que moje la punta de su dedo en agua, y refresque mi lengua; porque estoy atormentado en esta llama."Pero lo más importante es que el alma es eterna, una vez que morimos, deja atrás el cuerpo fĂsico para ir a uno de dos lugares: el cielo o el infierno. El alma es lo que Jesucristo salvĂł en el calvario, por lo que ser salvo esta en referencia directa al destino eterno del alma, no al del cuerpo o al del espĂritu.
–Lucas 16:22-24
El cuerpo, por otro lado, se forma en el nacimiento, resultando en un hombre
o una mujer. Sus complejas funciones hacen que sea una maravilla de la
creaciĂłn (Salmos 139:13-16), pero debemos entender que actualmente el cuerpo
fue corrompido por el pecado (Romanos 6:12), lo que hace que tarde o
temprano termine en una tumba y se vuelva polvo (GĂ©nesis 3:19).
- Teniendo entendimiento de las tres partes, vemos como el amor de Dios se manifiesta, en que el Hijo del Hombre bajo del cielo para restaurar estos tres aspectos de cada ser humano: A travĂ©s de creer en el sacrificio de Jesucristo (Efesios 2:1), nuestro espĂritu es regenerado, o renacido al estado previo a la caĂda. Es decir, 'nacemos de nuevo' porque nuestro espĂritu estaba muerto. Cuando JesĂşs le explica esto a Nicodemo (Juan 3:1-12), Nicodemo creĂa que Él se referĂa a nacer de nuevo desde el vientre de su madre (nacer del agua) pero JesĂşs le aclara que tal nacimiento no es fĂsico, sino que es un nacimiento Ăntegramente espiritual (Juan 3:6).
- Por medio de Cristo nuestra alma ya no va al Hades (infierno), sino que va al cielo, a la presencia de Dios. El alma es cortada del cuerpo en lo que se describe como una circuncisiĂłn espiritual, hecha sin manos humanas (Colosenses 2:11). El cuerpo de pecado es removido, lo quiere decir que las consecuencias del pecado no llegan al alma.
- El cuerpo fĂsico corruptible se volverá en incorrupciĂłn cuando Cristo vuelva en el arrebatamiento de la Iglesia (1 Tesalonicenses 4:17), donde seremos transformados y obtendremos cuerpos fĂsicos celestiales aptos para la eternidad. El cuerpo que se oxida y descompone dejará de existir para el creyente.
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Leonardo M.
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