El problema con las iglesias modernas

abr 23, 2023
Por Leonardo M. // Ritual y Propaganda
№ 56

Estimado lector,

Existen diversas iglesias que se dedican a compartir enseñanzas de la Biblia usando medios y métodos modernos. A tales se le podría llamar, iglesias neo-evangélicas. Sus ministerios alcanzan a varias personas, evangelizan con emoción y hacen obras sociales sistemáticas ¿Por qué no unirnos a ellos entonces?

Porque cargan un problema recurrente, no van lo suficientemente profundo en las Escrituras, y la parte que les falta es muy grave.

La razón que le sigue es la falta de separación con el mundo. El rechazo a separarse completamente de las cosas del mundo ha sido una característica marcada en esta forma de llevar el Evangelio.

Tales ministerios típicamente no toman una posición clara en temas como el bautismo no bíblico (bautismo de infantes), el catolicismo, el ecumenismo, la interpretación alegórica de la profecía (rechazo del rapto pre-tribulación) o la falsa idea de que un creyente nacido de nuevo puede perder su salvación.

Siguiendo el pensamiento actual, las iglesias modernas están cerca de asumir que la Biblia es simplemente un libro humano y que Jesús es un gran maestro moral, concluyendo que lo más importante es que los cristianos amen a su prójimo.

La razón por la que obtienen popularidad es que diluyen su mensaje y se enfocan solo en la apologética básica, el evangelismo, las relaciones de pareja o alguna otra orientación de un solo tema.

El problema es que se niegan a enseñar todo el consejo de Dios (Hechos 20:27). Jesús ordenó a Sus discípulos que enseñaran a los conversos "a guardar todas las cosas que os he mandado" (Mateo 28:20).

Pablo instruyó a Timoteo a guardar la verdad "sin mancha ni reprensión, hasta la aparición de nuestro Señor Jesucristo" (1 Timoteo 6:14). No olvidemos que una mancha es una cosa aparentemente insignificante.

La filosofía de las iglesias modernas a menudo se expresa en una engañosa idea de separar la doctrina esencial de la "no esencial". Esto abre la puerta al problema ya mencionado, su negativa a tomar una posición clara en contra de las cosas que produce el mundo.

Exponen con cierta emoción su amor por la música rock, las modas sensuales, el entretenimiento de Hollywood y casi todo lo satánico que produce la cultura pop.

En lugar de denunciarlas, ven mensajes bíblicos en las películas, casi como si Dios les estuviera hablando mediante una producción secular de millones de dólares, mas no en la Biblia.

Los que llevan este mensaje no proclaman todo el consejo de Dios y como consecuencia no desarrollan el don del discernimiento, llegando a vivir con la misma venda en los ojos de los que no conocen a Dios.

Cuando Jesús regrese sobre un caballo blanco (Segunda Venida), Él vendrá a pelear literalmente contra el mundo y a destruir sus obras ¿Por qué entonces querrían ser parte del mundo? (Juan 17:16-18).

Leonardo M.

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