Por Leonardo M. // Ritual y Propaganda
№ 76Estimado lector,
El mormonismo, formalmente denominado como La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Ăšltimos DĂas, representa un movimiento religioso con un importante impacto desde su fundaciĂłn a principios del siglo XIX bajo las enseñanzas de Joseph Smith.
Se puede decir que este culto es particular en sus libros sagrados y sus distintivos doctrinales, y se presenta a menudo como una "restauración del cristianismo primitivo". Sin embargo, sus afirmaciones y enseñanzas son muy cuestionables, en particular cuando hablamos de su coherencia doctrinal y su fidelidad a las Escrituras.
El mormonismo tiene un canon que incluye el Libro de Mormón, Doctrina y Convenios y la Perla de Gran Precio, además del uso exclusivo de la versión King James de la Biblia.
- El Libro de MormĂłn es un supuesto registro de los antiguos pueblos americanos visitados por "Jesucristo", siendo la principal fuente teolĂłgica de esta iglesia.
- Doctrina y Convenios consiste en revelaciones modernas atribuidas a Joseph Smith.
- La Perla de Gran Precio abarca escritos complementarios, incluyendo el Libro de Abraham y otras revelaciones adicionales.
Una de sus falsas doctrinas más conocidas involucra la naturaleza de Dios. El mormonismo afirma que Dios Padre fue en un tiempo un hombre mortal, un ser humano como cualquier otro que alcanzó la divinidad, como se registra en la declaración de Smith: "Dios mismo fue en un tiempo como nosotros ahora, y es un hombre exaltado" (Smith, 1976, p. 345).
Pero esta enseñanza contradice las declaraciones bĂblicas sobre la naturaleza divina e inmutable de Dios. Si bien es verdad de que la Biblia habla de Dios Padre con aptitudes similares a las humanas, tanto en el sentido emocional como material, Él sigue viviendo en un plano celestial, con un cuerpo celestial y en un contexto eterno:
"para que me conozcáis, y creáis, y entendáis, que yo mismo soy: antes de mĂ no fue formado Dios, ni lo será despuĂ©s de mĂ."
–IsaĂas 43:10
Otra distinciĂłn doctrinal se encuentra en el concepto que tienen de la Trinidad. La enseñanza mormona presenta a Dios Padre, Jesucristo y el EspĂritu Santo como tres dioses o personajes distintos, negando explĂcitamente la doctrina de la Trinidad. Este politeĂsmo es irreconciliable con el monoteĂsmo que se enseña en la Biblia:
“AsĂ dice Jehová, Rey de Israel, y su Redentor, Jehová de los ejĂ©rcitos: Yo el primero, y yo el postrero, y fuera de mi no hay Dios.”
–IsaĂas 44:6
TambiĂ©n existen otros ejemplos de contradicciones puntuales pero importantes en las escrituras mormonas. Por ejemplo, el Libro de MormĂłn, en Alma 7:10, afirma que JesĂşs naciĂł “en JerusalĂ©n”, mientras que la Biblia afirma que su nacimiento tuvo lugar en BelĂ©n (Mateo 2:1).
La composiciĂłn material de Dios constituye otra falsa enseñanza. Doctrina y Convenios 130:22 describe a Dios como poseedor de “un cuerpo de carne y huesos, tangible como el del hombre”. En marcado contraste, la Biblia representa a Dios como poseedor de un cuerpo celestial y espiritual, mas no de "carne o huesos" (Juan 4:24).
La declaraciĂłn del Señor Jesucristo despuĂ©s de su resurrecciĂłn, que distingue entre un cuerpo espiritual y un cuerpo de “carne y huesos” (Lucas 24:39), expone la inconsistencia de las enseñanzas mormonas en este sentido. La siguiente obra de arte de una página web mormona ilustra el falso concepto de Dios Padre como un ser humano promedio.
Una cuestiĂłn teolĂłgica crucial reside tambiĂ©n en la doctrina de la salvaciĂłn. Si bien el mormonismo afirma la necesidad de la gracia de Dios, tambiĂ©n enfatiza el papel indispensable de las obras para ser salvo, como lo indica su enseñanza de que la gracia opera “despuĂ©s de hacer cuanto podamos” (Diccionario BĂblico de los Santos de los Ăšltimos DĂas).
Este enfoque contradice claramente las afirmaciones bĂblicas de la salvaciĂłn como algo completamente por gracia mediante la fe, independientemente de las obras:
"Porque por gracia sois salvos por medio de la fe, y esto no de vosotros, es el don de Dios: No por obras, para que nadie se glorĂe."Las enseñanzas de Pablo a la iglesia primitiva remarcan la incompatibilidad de la gracia y las obras para lograr la salvaciĂłn (Romanos 11:6; Gálatas 2:21).
–Efesios 2:8-9
Surgen contradicciones claras con respecto a la poligamia. Jacob 2:24 en el Libro de MormĂłn condena los matrimonios polĂgamos de David como "abominables", pero Doctrina y Convenios 132:39 excusa a David, afirmando que "no ha pecado", lo que genera confusiĂłn en cuanto a la perspectiva divina sobre la poligamia. La escandalosa práctica histĂłrica y la posterior aboliciĂłn de la poligamia dentro del mormonismo resaltan aĂşn más estas inconsistencias.
Finalmente, el rito del bautismo por los muertos realizado en nombre de los antepasados se basa en una interpretación mormona de 1 Corintios 15:29, pero se ve anulado por otras enseñanzas del mismo mormonismo, que niega el arrepentimiento post mortem o las oportunidades de salvación para los fallecidos. Esta práctica no solo es contraria a los que enseña la Biblia, sino también con la propia doctrina mormona, volviéndola incoherente.
En resumen, La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Ăšltimos DĂas posee todo un patrĂłn de inconsistencias doctrinales, tanto en sus textos sagrados como con la Biblia. El alcance de estas contradicciones sin duda coloca al mormonismo con las caracterĂsticas tĂpicas asociadas con los sistemas religiosos falsos y las sectas. Una posible segunda expondrá como los mormones rechazan la doctrina bĂblica del infierno y el castigo eterno, adoptando rituales de origen masĂłnicos sin fundamento bĂblico.
Saludos y buena semana.
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