Modo Oscuro

Un asna que habla y Balaam

may 4, 2025
Por Leonardo M. // Ritual y Propaganda
№ 73

Estimado lector,

El profeta Balaam es un interesante ejemplo de un servidor de Dios que caminó en la peligrosa senda de la tibieza. No es estuvo tan comprometido con el Señor, pero tampoco se apartaba de Él completamente. Su historia se retrata en el libro de Números 22-24. Era un hombre con cierta sabiduría y conocedor de Dios, pero con un grave problema de ambición y codicia.

Cuando el rey Balac de Moab, se hallaba preocupado por el crecimiento de los israelitas, decide contratar a Balaam y sus capacidades de profeta para que maldiga a los israelitas (Números 22:6). Sin embargo, Dios le advierte a Balaam que no debe maldecirlos, ya que son un pueblo elegido (Números 22:12).
A pesar de la advertencia, Balaam cede ante la codicia monetaria y decide ir con los mensajeros de Balac, pero en el camino, su asna se detiene tres veces al ver al ángel de Jehová. Balaam golpea al asna, pero finalmente ve al ángel y se da cuenta de su error (Números 22:12-35).




El Ángel del Señor, quien es Jesucristo manifestado en el Antiguo Testamento (Génesis 16:7-13; Éxodo 3:2-4; Zacarías 1:11-13), le recuerda a Balaam que su comportamiento es perverso y que su asna lo ha visto y se ha detenido para evitar el daño, mientras que Balaam no lo ha hecho, colocando su acto insensato por debajo de la inteligencia animal.

Cuando Balaam llega ante Balac, en lugar de maldecir a los israelitas, pronuncia una serie de bendiciones y profecías sobre ellos, enfatizando su relación privilegiada con Dios y su futuro de prosperidad (Números 22:35).

Pero aunque Balaam intentó seguir las instrucciones de Dios, él no estaba realmente comprometido con Él. Más tarde, en Números 31:16, se menciona que Balaam cedió ante Balac e instigó a los israelitas a pecar contra Dios mediante los matrimonios mixtos con mujeres paganas (Números 25:1-3), lo que llevó igual a una gran tragedia para Israel.

En resumen, Balaam fue un profeta que, aunque tuvo momentos parciales de obediencia y fe, también mostró debilidad y ambición por las riquezas de este mundo (Números 22:7). Su historia sirve como un recordatorio de la importancia de servir al Señor con integridad, por encima de cualquier beneficio material.

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