Debido a la apostasĆa actual, muchas iglesias han introducido un sincretismo entre el cristianismo y los mĆ©todos de sanaciĆ³n del medio oriente, atribuyĆ©ndolos como milagros de Dios u obra del EspĆritu Santo.
La energĆa vital universal, el chi o el prana, estĆ”n vinculados en muchas culturas a poderes sobrenaturales y hechicerĆa. El tantra yoga supuestamente mejora esta energĆa para aumentar los poderes psĆquicos.
Los primeros chamanes en China creĆan que esta fuerza se encontraba en el universo, en la naturaleza e incluso dentro de ellos mismos, disponible para el uso de una mente iluminada.
La cĆ”bala oculta lo llama luz astral; y el hipnotizador Franz Mesmer lo llamĆ³ fluido magnĆ©tico. El chi es tambiĆ©n la fuente de poder para la supuesta levitaciĆ³n y otras hazaƱas ocultas, todas prĆ”cticas prohibidas en las Escrituras.
La curaciĆ³n con energĆa alternativa y la sanaciĆ³n con chi no es mĆ”s que una tĆ©cnica basada en creencias esotĆ©ricas sobre la manipulaciĆ³n de una fuerza invisible y se practica universalmente en el ocultismo.
Muchos falsos profetas han atribuido estas curaciones a Dios. Pero el poder de
Dios no es una fuerza para manipular o canalizar. El hombre no tiene derecho a
acceder a Dios cuando lo desee y a apropiarse de un poder que cree viene de
Dios.
Cuando se hacen intentos de este tipo, se puede canalizar un poder, pero no es de Dios, sino del mundo de los demonios. JesĆŗs no sanaba canalizando una energĆa universal o chi, sino que actuaba con el poder de Dios y bajo la voluntad de Dios. Como dice Hechos 10:38.
“CĆ³mo Dios ungiĆ³ con el EspĆritu Santo y con poder a JesĆŗs de Nazaret, y cĆ³mo este anduvo haciendo bienes y sanando a todos los oprimidos por el diablo, porque Dios estaba con Ć©l.”El poder de Dios no venĆa a travĆ©s de una tĆ©cnica o enseƱanza secreta, sino desde la persona de Jesucristo como un aspecto de su deidad. Es la autoridad de Cristo sobre la enfermedad lo que Ćl les dio a los discĆpulos, no una enseƱanza oculta.
Esta autoridad sobre la enfermedad era solo un aspecto de su poder y autoridad como Hijo de Dios. TambiƩn demostrando autoridad sobre la muerte (Mateo 9:23-26; Juan 11:43-45).
La habilidad de JesĆŗs para sanar no solo fue una seƱal de su cumplimiento de las profecĆas sobre el MesĆas, sino que eran para darle gloria a Dios. DespuĆ©s de que el ciego al borde del camino fue sanado en Lucas 18:35-43, siguiĆ³ a JesĆŗs, “glorificando a Dios; y cuando todo el pueblo lo vio, alabĆ³ a Dios”.
Esta misma alabanza a Dios sucediĆ³ despuĆ©s de que JesĆŗs sanĆ³ al paralĆtico (Mateo 9:2-8), y cuando sanĆ³ a otros enfermos, "la multitud se maravillaba, viendo a los mudos hablar, a los mancos sanados, a los cojos andar, y a los ciegos ver; y glorificaban al Dios de Israel.” (Mateo 15:30-31).
En resumen, el poder del chi, prana, "la fuerza" como mĆ©todo de propaganda sci-fi, o cualquier otro sistema relacionado con la energĆa, es ridiculizado en comparaciĆ³n con el poder de JesĆŗs, a quien se le dio toda autoridad, poder y dominio, tanto en el cielo como en la tierra (Efesios 1:25).
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Leonardo M.
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