Por Leonardo M. // Ritual y Propaganda
№ 45Estimado lector,
El transhumanismo, o lo recientemente llamado, humanidad 2.0 es el intento de mejorar las habilidades fĆsicas y/o mentales ya sea mediante modificación genĆ©tica, incorporando tecnologĆa o una combinación de ambos.
La idea es que los humanos mejorados genética o tecnológicamente puedan obtener habilidades extraordinarias, una inteligencia superior, resistencia a las enfermedades, mayor extensión de la vida e incluso la inmortalidad.
Actualmente, la idea de reemplazar partes biológicas del cuerpo por otras superiores solo se encuentra en la ciencia ficción. La tecnologĆa actual nos permite reemplazar algunas partes del cuerpo con versiones artificiales, pero sin ser mejores que el original biológico.
Otra forma en que los seres humanos intentan ser "mejorados" es a travĆ©s de la ingenierĆa genĆ©tica. Esto involucra la alteración en las secuencias en el ADN que producen un rasgo fĆsico, ahora presentado como la tecnologĆa CRISPR.
A diferencia del aumento tecnológico, el aumento genĆ©tico tiene la ventaja de utilizar la biologĆa que ya existe en los organismos vivos. Simplemente, se altera las instrucciones para que el propio cuerpo forme estructuras diferentes.
Actualmente, no se tiene el conocimiento suficiente para crear humanos mejorados tecnológica o genéticamente. Sin embargo, estos son los objetivos de muchos investigadores y existe una consistente inversión de por medio. Esta sin duda, se convertirÔ en una industria millonaria.
Como cristiano, soy escĆ©ptico de que la tecnologĆa alguna vez permita reemplazos verdaderamente superiores en todos los sentidos a la biologĆa que Dios diseñó. Tenemos un genoma que heredamos de nuestros padres, que ellos heredaron de los suyos, y asĆ hasta AdĆ”n y Eva, quienes recibieron su genoma de Dios.
Cuando los fariseos intentaban ilusamente tentar a JesĆŗs con una pregunta sobre el divorcio, Ćl confirmó la narrativa del GĆ©nesis con su respuesta:
"pero al principio de la creación, varón y hembra los hizo Dios"Para los creyentes en la teorĆa de la evolución, no hay nada objetivamente malo en modificar a los humanos. La razón es simple: desde el punto de vista evolutivo, no hay nada tangiblemente malo en nada. Erróneamente creen que la maldad es subjetiva.
–Marcos 10:6
Lo que sucede en un universo aleatorio simplemente sucede, no hay nada correcto o incorrecto. Si los humanos no son mĆ”s que sustancias quĆmicas, no hay ninguna razón por la que no podamos hacer que esas sustancias quĆmicas funcionen de manera diferente.
No sorprende que la mayorĆa de los defensores del transhumanismo sean evolucionistas. Pero para los seguidores de Cristo, justo o bueno es aquello que Dios aprueba, e injusto o malo es aquello que Dios desaprueba. AsĆ de claro.
BĆblicamente, los seres humanos fueron diseƱados y creados por Dios. Fuimos creados con un propósito principal: Glorificarlo. El mismo Jesucristo nos dio instrucciones precisas hasta su Segunda Venida, incluyendo la gran comisión.
Pero tambiĆ©n sabemos que Dios aprueba el eliminar el peso de la enfermedad. Al sanar a los enfermos, JesĆŗs estaba invirtiendo un aspecto de la maldición que llegó por AdĆ”n (Romanos 5:12). Cristo restauró parcialmente a algunas personas a la salud que habrĆan tenido si no hubiera existido el pecado.
Cuando Dios hizo a AdĆ”n y Eva, dijo que ellos eran buenos (GĆ©nesis 1:31). En su estado original, AdĆ”n y Eva eran exactamente como Dios querĆa que fueran. Debido al pecado, ya no somos asĆ. Hemos caĆdo y no podemos agradar a Dios en nuestro estado actual de maldad (Romanos 8:8).
Por lo tanto, es necesario seguir el camino de la restauración, no uno tecnológico, sino uno que nos vuelva a la familia de Dios. Espiritualmente, necesitamos que Cristo regenere nuestros corazones y en todos sentidos volver a nacer (Juan 3:4-6).
Por el contrario, muchos cientĆficos ateos, agnósticos, etc. desean alterar la naturaleza humana en algo que Dios no pretendĆa. Muchos partidarios del transhumanismo imaginan transformar a la humanidad en seres superinteligentes e inmortales, esencialmente dioses.
Estas ideas apelan a la naturaleza pecaminosa del hombre. La humanidad es atraĆda a la idea de tener capacidades sobre-humanas. Si la tentación de convertirse en un dios suena como deja vu, es porque fue la primera tentación que experimentó la humanidad (GĆ©nesis 3:5).
DespuĆ©s del pecado, AdĆ”n y Eva conocieron la vergüenza. Eva experimentarĆa dolor en el parto y el trabajo de AdĆ”n ahora serĆa difĆcil. ExperimentarĆan la muerte. MĆ”s importante aĆŗn, perdieron la comunión perfecta que alguna vez tuvieron con Dios.
Alterar a la humanidad para que sea algo supuestamente mejor que lo que YHWH creó claramente no es un camino que debamos seguir. Una reversión total de la maldición del pecado es algo que solo Cristo puede lograr (Efesios 2:8, Apocalipsis 22:3). El único camino hacia la vida eterna.
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Leonardo M.
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